"La educación adoptó muchas formas en el pasado y llegó a ser capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes, estableciendo nuevos objetivos y diseñando nuevas estrategias. Pero, repito, el presente cambio no es como los cambios del pasado. En ningún punto de inflexión de la historia humana los educadores se han enfrentado a un desafío estrictamente comparable con el que plantea el momento actual. Sencillamente, nunca hemos estado en una situación similar. Aún no hemos aprendido el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Ni tampoco el arte inconcebiblemente difícil, de preparar a los seres humanos para esa vida."

BAUMAN, Zigmunt, 44 cartas desde el mundo líquido, Ed. Paidos, México, 2011, p.

lunes, 28 de mayo de 2018

COMENTARIO LITERARIO. QUEVEDO: CERRAR PODRÁ MIS OJOS LA POSTRERA


Amor y muerte









 Amor constante más allá de la muerte


Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera.

Mas no desotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría
y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido:
polvo serán, mas polvo enamorado.


1.- Localización del texto
El poema propuesto es un soneto de Francisco de Quevedo (1580-1645), uno de los más grandes poetas del Barroco español (siglo XVII).
Vivió muy apegado a la Corte, lo que le valió cierta notoriedad social, pero también le llevó a sufrir caídas, cada vez que sus protectores perdían poder. Esto hizo que se viera condenado al destierro.
Al final de su vida, eligió voluntariamente el “exilio” social, lejos de la Corte y sus intrigas.
Cultivó todos los géneros literarios: narración, prosa política, teatro, poesía… pero destaca especialmente en esta última, con una enorme variedad de tratamientos: amorosa, crítica, satírica, burlesca, religiosa, moral, política, etc.
Su poesía satírica y burlesca circulaba por Madrid a gran velocidad, lo que le procuró una notable fama, pero también le hizo granjearse numerosos enemigos.
En la prosa de ficción, es de destacar su aportación a la novela picaresca, con la Vida del Buscón.
Sin duda es el máximo exponente del conceptismo, una de las dos corrientes de poesía culta que encontramos enfrentadas en el Barroco.
QuevedoLa lírica barroca supone de algún modo una continuidad y a la vez una reacción culta contra la poesía clara y natural del Renacimiento. Es, en efecto, una continuidad porque se inspira en los mismos temas (el amor, la vida, la muerte…), se sirve de los mismos recursos métricos y estilísticos (el endecasílabo, el soneto, las figuras retóricas…), recurre a los mismos tópicos (la fugacidad de la vida, las referencias clásicas, la mitología…), etc. Pero el Barroco todo lo deforma, lo exagera, lo intensifica, lo complica, lo oscurece… y así, la poesía, aun partiendo de los mismos elementos de base de la lírica renacentista, se aleja conscientemente de la sencillez de esta.
En la lírica del siglo XVII encontramos dos tendencias principales de poesía culta: el culteranismo y el conceptismo. Ambas buscan la oscuridad en las composiciones: la primera lo hace a través de una forma complicada, empleando una sintaxis retorcida, a veces ininteligible, y la segunda a través del contenido, en base a juegos de conceptos que a menudo resultan igualmente difíciles de entender. Vemos, pues, que si bien en principio pueden parecer dos corrientes antitéticas, en el fondo ambas persiguen la misma finalidad: crear una literatura de minorías, bella por lo extraño, por lo artificioso, por lo dificultoso de comprender, por el esfuerzo que requiere llegar a ella. Y los procedimientos no siempre resultan tan diferentes, pues si el culteranismo busca la ornamentación, la artificiosidad exterior, y el conceptismo se fija más en los conceptos, en el significado de las palabras, no es extraño que ambos procedimientos se entrecrucen en una misma composición, y es que el poeta barroco, en general, busca emplear un estilo complicado, lo más alejado posible del habla natural.
Por lo que se refiere al soneto que nos ocupa, hay que decir que constituye una muestra bastante representativa de la corriente conceptista.
El conceptismo se caracteriza por la concentración de un máximo de significado en un mínimo de forma. Juega constantemente con el sentido de las palabras, dentro de frases breves, lacónicas, ingeniosas, casi sentenciosas, para lo cual se sirve de recursos de condensación semántica, tales como la polisemia, la elipsis, la antítesis, la paradoja…

2.- Determinación del tema
En este soneto, el poeta expresa su voluntad decidida de que, incluso después de su muerte, su amor permanezca inalterable.
No sólo el título nos da la pista sobre el tema, sino que el propio contenido, a pesar de la oscuridad de algunos de sus conceptos, permite que el lector intuya, especialmente al llegar al último verso, la declaración de propósitos del poeta.

3.- Distribución de su estructura y resumen de su argumento
En el primer cuarteto, el poeta admite la realidad inexorable de la muerte. La muerte, a la que se alude mediante una referencia bien conocida, cerrar los ojos, aparece aquí como una sombra que apaga su luz y se le lleva, liberando su alma de afanes y sufrimientos.

Laguna Estigia

En el segundo cuarteto, aun admitiendo que todos hemos de morir, manifiesta su resistencia hacia que lo máximo que pueda quedar de nosotros en este mundo sea la memoria, el recuerdo en los demás. Ese tránsito de la vida a la muerte se refleja aquí mediante la clásica imagen del barquero que nos cruza de una orilla a otra de la laguna Estigia. Pero el poeta está dispuesto incluso a que su alma enamorada, su “llama”, atraviese a nado las frías aguas, desafiando esa “ley severa” que dice que todos hemos de morir.
Los dos tercetos expresan esa resistencia a la muerte: desaparecerá el alma que fue prisionera del dios Amor y se convertirán en ceniza las venas y los huesos de ese cuerpo ardiente  de amor, pero aun en esas cenizas el amor permanecerá.
El último verso constituiría, así, una síntesis de los dos tercetos y, casi, del soneto entero: “polvo serán, mas polvo enamorado”. Aun aniquilado por la muerte, seguiré enamorado, manifiesta el poeta.
En síntesis prosificada, el poema diría algo así como: sé que un día la muerte vendrá y, apagando la luz con su sombra, me llevará, lo que, en cierto modo, pondrá fin a mis sufrimientos; pero no me conformo con que lo único que quede de mí en este mundo sea el recuerdo; mi alma enamorada es capaz de resistir a la muerte, y, aunque mi cuerpo se destruya, mi amor pervivirá.

4.- Comentario de la forma, incluido el estilo
Se trata de un soneto, estrofa de 14 versos endecasílabos, distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. La rima es consonante y su distribución es ABBA ABBA CDC DCD.

Podemos encontrar varias figuras retóricas. La más frecuente es el hipérbaton, disposición de los elementos de la oración sin respetar un orden sintáctico lógico. Así, distinguimos uno al comienzo del poema: “cerrar podrá mis ojos…” Y otro, mucho más brusco, entre los versos tercero y cuarto: “alma mía… lisonjera”. Ordenado lógicamente, el cuarteto quedaría: La postrera sombra que me llevare el blanco día podrá cerrar mis ojos y podrá desatar esta alma mía lisonjera hora a su afán ansioso.
También en el segundo cuarteto: “desotra parte en la ribera”, “nadar sabe mi llama”. Ordenado, quedaría como sigue: Mas [la postrera sombra] no dejará la memoria en donde ardía en la ribera desotra parte; mi llama sabe nadar la agua fría y perder el respeto a ley severa.
El primer terceto presenta asimismo hipérbaton: “prisión han sido”, “humor (…) han dado”, “han gloriosamente ardido”. Y en su orden lógico quedaría: Alma a quien todo un dios ha sido prisión, venas que han dado humor a tanto fuego, médulas que han ardido gloriosamente.
Finalmente, el segundo terceto resulta muy claro sintácticamente, pues únicamente se aprecian dos casos de hipérbaton suave: “su cuerpo dejarán”, “polvo serán”. Y así, quedaría: Dejarán su cuerpo, no su cuidado; serán cenizas, mas tendrán sentido: serán polvo, mas polvo enamorado.
Por otra parte, se aprecian algunas aliteraciones, tales como la repetición del sonido /s/ en el cuarto verso,

hora a su afán ansioso lisonjera (v. 4)


o del sonido /r/ en todo el segundo cuarteto:

Mas no desotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría
y perder el respeto a ley severa.

También se observa cierta tendencia hacia un sonido vocálico determinado en algunos versos. Así, por ejemplo, hacia la /a/ en

nadar sabe mi llama la agua fría (v. 7)
hacia la /e/ en

y perder el respeto a ley severa (v. 8)

y hacia la /o/ en
alma a quien todo un dios prisión ha sido (v. 9)

Hay una clara estructura paralelística en los tres versos del primer terceto:

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,


En ellos se repite el esquema sintáctico: sustantivo+oración subordinada relativa, con alguna variante entre la construcción de estas, pues en la primera se intercala el sujeto entre la conjunción y el verbo, en la segunda el complemento directo y en la tercera un adverbio de modo.
Y también se aprecia un paralelismo entre los tres versos del segundo terceto:
S
u cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido:
polvo serán, mas polvo enamorado.
Cada uno de ellos tiene dos miembros, en el primero de los cuales se encuentra un verbo en futuro, que tienen una relación adversativa entre sí (en el primer verso estaría elíptica la conjunción “mas”, pero se entiende por el sentido).
Pueden considerarse epítetos los adjetivos que califican, en el segundo cuarteto, a los sustantivos agua y ley: “agua fría” y “ley severa”. Y es que las aguas de los ríos y lagunas (la referencia del poema es a la Estigia) suelen ser frías, y las leyes, por beneficiosas que sean, acostumbran a ser severas.
Encontramos también términos empleados en sentido figurado. No puede hablarse de metáforas propiamente dichas, sino más bien de imágenes comunes que hacen referencia a realidades abstractas. Así, por ejemplo, “cerrar los ojos” por morir (v. 1), “postrera sombra” por muerte (v. 1-2), “llama” por alma (v. 7).
El poema está construido fundamentalmente con oraciones compuestas, que, sumadas al hipérbaton presente en la mayoría de ellas, hacen que su comprensión no resulte sencilla. Predominan las de carácter adversativo: el segundo cuarteto se enlaza con el primero mediante la conjunción “mas”, y el segundo terceto, como ya se ha indicado, está compuesto por tres versos que constituyen tres oraciones adversativas, si bien la primera de ellas tiene elíptica la conjunción “mas”.
En resumen, el autor utiliza un estilo culto, y aunque el lenguaje puede parecer claro en cuanto a la forma (no hay un vocabulario rebuscado o dificultoso), el poema no resulta tan sencillo en cuanto al contenido.

5.- Comentario del contenido
Al tratarse de una reflexión sobre el amor y la muerte (especialmente la corporal), en este soneto predomina el vocabulario perteneciente a estos dos campos semánticos:
  • Pasión amorosa: “afán ansioso” (v. 4), “ardía” (v. 6), “llama” (v. 7), “prisión” (v. 9), “fuego” (v. 10), “ardido” (v. 11), “enamorado” (v. 14).
  • Muerte: “cerrar (…) mis ojos” (v. 1), “alma” (v. 3 y 9), “ley severa” (v. 8), “venas” (v. 10), “médulas” (v. 11), “cuerpo” (v. 12), “ceniza’ (v. 13), “polvo” (v. 14)…
Los términos clave son tres: el que abre el poema, “cerrar (…) mis ojos”, el que lo cierra, “enamorado”, y la conjunción adversativa “mas” sobre la que ambos se articulan. Estos tres términos vendrían a sintetizar el poema en otras tantas palabras: moriré pero enamorado.
Desde el punto de vista semántico, el poema se organiza en tres partes:
  • En el primer cuarteto, se plantea la aceptación de la muerte, con un verbo poder en futuro, que da idea de lo inexorable de la misma: sé que he de morir.
  • En segundo cuarteto, el poeta manifiesta su resistencia a esta “ley severa”, con una conjunción adversativa “mas” y un verbo saber en presente, que expresa casi un desafío: pero no le debo ningún respeto a la muerte.
  • Los dos tercetos constituyen una explicación del desafío: mi amor permanecerá por siempre. Los futuros indican la certeza de lo que ha de suceder, la aniquilación del cuerpo, pero a la vez la perduración del amor, triunfando sobre la muerte.
Todo el poema está, pues, impregnado, de esa resistencia, esa especie de desafío, marcado por las frecuentes estructuras adversativas.

(comentario extraído del blog  https://trabajosdeliteratura.wordpress.com/2016/04/25/comentario-2-0-de-un-soneto-de-quevedo/)

domingo, 27 de mayo de 2018

LA ILUSTRACIÓN , ROMANTICISMO Y REALISMO. ppt. TEMAS 15 y 16

https://www.ecasals.net/index.php?ps=0be95bd55f4a2b214429bea829443ea25cc444adad57ff46aa204433a4a82626fea03fc4c5514052563e424c5f28d3bcdb5945a4de575748c1b966e573e426206948747bbb

APUNTES RESUMIDOS. TEATRO BARROCO. ILUSTRACIÓN Y ROMANTICISMO.


IES LELIADOURA. DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA .
1º de BACH.
2º Parcial. 3ª evaluación
CURSO 2017/18


LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL BARROCO (SIGLO XVII)
CARACTERÍSTICAS GENERALES

  • El Barroco es una de las dos corrientes artísticas que comprende el Siglo de Oro. Recordemos que el Siglo de Oro abarca dos corrientes: Renacimiento (s. XVI) y Barroco (s. XVII). El Barroco se corresponde, pues, con el siglo XVII.
  • El Barroco es un periodo de CRISIS a todos los niveles. Hay crisis económica, social y también hay crisis en cuanto a la confianza del hombre en sí mismo.
  • Periodo de desengaño de los ideales humanistas. DESCONFIANZA EN LA NATURALEZA HUMANA, en oposición a la fe de los renacentistas en el hombre. Baltasar Gracián (autor del Barroco) tiene una frase que resume muy bien esta actitud: “Maldito el hombre que confía en otro, y sea quien fuere”.
  • Hay una VISIÓN PESIMISTA DE LA VIDA, frente al optimismo que caracterizaba al Renacimiento. Recordemos que el Renacimiento supuso una decidida confianza en el hombre, un entusiasmo ante la Naturaleza y enormes ganas de vivir. El mundo -se pensaba- podía ser organizado armónica y racionalmente .A estos sentimientos correspondía un claro idealismo.Ahora, en el Barroco, encontramos un produndo DESENGAÑO.
  • En literatura encontramos también grandes cambios respecto al Renacimiento:
    • La literatura barroca rompe el ideal clásico de equilibrio y armonía característico del Renacimiento, y crea un estilo abigarrado, artificioso, complejo, “retorcido”, en el que los contrastes adquieren gran importancia.
    • Los temas sufren también un cambio notable, reflejo del desencanto. Vamos a encontrar, continuas críticas y caricaturas de la realidad, así como los siguientes temas:
      • La fugacidad del tiempo.
      • La muerte.
      • Vivir es un ir muriendo.
      • La vida como algo inconsistente. Se dice que la vida es sueño, es sombra… Pueden ser temas que ya aparecían en el Renacimiento, pero ahora se tratan desde una perspectiva desengañada, pesimista.

EL BARROCO EN ESPAÑA

CONTEXTO HISTÓRICO


  • En manos de los llamados Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) España sufrió un progresivo deterioro económico y político que le llevó a perder su papel hegemónico en Europa. Dicho en otras palabras, nos encontramos en plena DECANDENCIA del imperio español.
  • La sociedad barroca se debate entre dos extremos: por un lado, la suntuosidad y el lujo; por otro lado, el desaliento, la pobreza, la corrupción política. Hay una obsesión por aparentar.
  • Nuestro país se cierra a todo contacto cultural con Europa y se interrumpe el desarrollo de la investigación científica y de la filolofía racional.
  • Ese periodo está, además, marcado por la RIGIDEZ, la INTOLERANCIA RELIGIOSA (aspectos que ya vimos que se habían iniciado con Felipe II).
  • Pero este siglo de crisis y decadencia es, a la vez, de un prodigioso esplendor artístico y literario.

LA LITERATURA BARROCA


  • La literatura del Barroco refleja la visión PESIMISTA de la realidad, el desengaño.
  • TEMAS: preocupación por las normas morales, fugacidad de la vida (ahora se insiste, no en que tienes que gozar de la vida, sino en que la vida es breve, pronto te llegará la muerte), la muerte, el desengaño y la reflexión sobre la vida.
  • El ESTILO se diferencia del renacentista. Ahora prevalece lo artificioso y recargado.
  • Hay dos escuelas literarias (dos formas de entender y hacer literatura):
    • CULTERANISMO: busca la belleza formal mediante el uso de cultismos (palabras tomadas directamente del latín) y la creación de un lenguaje muy recargado, artificioso y en muchas ocasiones complicado de entender. Los culteranistas hacen una literatura bella formalmente pero recargada, llena de imágenes muy complejas, hipérbatos muy “forzados” y con referencias mitológicas. El máximo representante fue LUIS DE GÓNGORA.
    • CONCEPTISMO: su finalidad no es hacer un texto “bonito” con muchas metáforas y todo tipo de imágenes, sino hacer un tipo de literatura caracterizada por la concentración expresiva (decir mucho con pocas palabras) y el empleo exacto de la lengua. Se hace más énfasis en el contenido y el uso preciso del lenguaje que en la belleza formal. Los conceptistas utilizarán mucho la ironía, la paradoja, la caricatura, el doble sentido… El máximo representante fue FRANCISCO DE QUEVEDO.


GÉNEROS Y CORRIENTES DE LA LITERATURA BARROCA ESPAÑOLA

1) POESÍA
El Barroco constituye un momento de máximo esplendor de la poesía. Los temas y tonos son muy diversos. Así podemos hablar de una poesía amorosa, una poesía religiosa, una poesía filosófica (trata, por ejemplo, la muerte o la brevedad de la vida), una poesía satírica…
Los escritores barrocos toman como modelo a los autores renacentistas (aunque su visión de la vida es muy diferente, los hombres del Barroco no van a despreciar en ningún momento a los autores renacentistas. Son modelos a seguir por su calidad literaria) y también se inspiran en la literatura popular, especialmente en canciones y romances.
Representantes: Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo.

2) TEATRO
  • BREVE INTRODUCCIÓN DEL PANORAMA TEATRAL ANTERIOR: ya vimos que el teatro es un género que existe en la literatura española desde la Edad Media. Las obras teatrales medievales son básicamente piezas de carácter religioso que se representaban en alguna festividad. En el siglo XV aparecerá una obra de teatro importantísima y de tema no religioso: La Celestina (prerrenacimiento). En el siglo XVI (Renacimiento), se seguirán haciendo obras de tema religioso y también de tema profano, e incluso Lope de Rueda crea un teatro humorístico. Sin embargo, la gran revolución teatral se da en el Barroco.
  • En el Barroco el teatro se convierte en un espectáculo de masas y se consolidan los corrales de comedias, locales donde acude un público de todas las clases sociales.
  • Si el teatro se convierte en espectáculo de masas es porque hubo un cambio en la forma de hacer teatro. Ese cambio se produjo de la mano de LOPE DE VEGA, que hizo un nuevo teatro al que llamamos COMEDIA NACIONAL.
  • Otro gran autor teatral fue CALDERÓN DE LA BARCA, autor de La vida es sueño.


3) LA PROSA
3.1. LA NOVELA: ya vimos que en el Renacimiento hay un gran desarrollo de la novela, desarrollo que continuará en el Barroco. Dentro de este género destacamos El Quijote, novela de difícil clasificación y que nosotros estudiamos en el apartado “Renacimiento” (ya vimos que es una obra tan genial que no se puede clasificar fácilmente, en realidad, estaría entre Renacimiento y Barroco).

3.2. LA PROSA DIDÁCTICA
El Barroco es un periodo en que el hombre está muy preocupado por los valores morales. Por eso florece una prosa en que se plantean problemas morales que afectan a la sociedad. Un ejemplo de ello es El criticón, de Baltasar Gracián. En este libro aparece dibujada la sociedad del barroco, con su decadencia, empobrecimiento y corrupción política y moral.

EL TEATRO BARROCO.


En el siglo XVII, crece la actividad teatral. Se crean escenarios fijos y compañías estables, se consolidan las modalidades dramáticas y aumenta el interés del público por las representaciones.
Existía un teatro popular, destinado al público en general, que se representaba en los
corrales de comedias, compuestos por un patio cubierto por toldos, en el que se situaban los hombres de pie –los ruidosos «mosqueteros»–, frente al escenario, y al fondo, en la «cazuela», las mujeres, rigurosamente separadas de los hombres; y unas galerías laterales en cuyos balcones se aposentaban los nobles y gente principal. En el escenario, cubierto por un tejadillo, apenas si se utilizaban decorados, salvo unos telones pintados que separaban las escenas.


También había un
teatro cortesano, destinado al público selecto de la Corte, que se caracterizaba por un mayor lujo y fastuosidad, con ricos decorados y sorprendentes artificios y tramoyas.
Una tercera modalidad era el
teatro religioso, cuya tradición arranca de la Edad Media y alcanza un gran auge con los autos sacramentales, que se representaban el día del Corpus en escenarios móviles formados por tablados y carros, sobre los que se montaba
Rasgos estructurales y formales de la comedia barroca : “El arte nuevo de hacer comedias”

Rechazo de la regla de las tres unidades: de acción (la obra debía desarrollar un único conflicto dramático), de tiempo (en un tiempo reducido, un día como máximo) y de lugar (en un solo espacio).
En cambio, en las comedias barrocas es frecuente la doble acción, los escenarios son diversos y distantes y la duración es variable, pudiendo abarcar varios años.
Mezcla de lo trágico y lo cómico en una misma obra, como ocurre en la vida, rompiendo así la rígida separación que existía en el teatro clásico.
División de la obra en tres actos o «jornadas», frente a los cinco del teatro clásico: el primer acto es el planteamiento o exposición del conflicto, el segundo lo ocupa el nudo o máxima tensión de la intriga, y en el tercero tiene lugar el desenlace con la resolución de la acción dramática.
Variedad del estilo, que se ajusta a la regla del decoro: cada personaje debe comportarse y hablar de acuerdo con su caracterización y estado social. Por eso, en una misma obra alternan el lenguaje culto
y el lenguaje popular e incluso vulgar.
Variedad métrica. Todas las comedias se escriben en verso, pero frente a la uniformidad métrica del teatro clásico, en ellas alternan versos largos y cortos, agrupados en variedad de estrofas: cuartetas, redondillas, décimas, romances, zéjeles, villancicos, etc.
En definitiva, se defendía la naturalidad y se adaptaba a los gustos del público: para Lope y sus seguidores, lo más importante es presentar una acción dramática divertida y asequible, que se adecue a las preferencias del público espectador, de cuya actitud más o menos ruidosa dependía el éxito de la obra.
Temas del teatro Barroco
El honor, sentimiento muy arraigado en la sociedad española del siglo XVII. Cuando el honor quedaba manchado por una ofensa, debía ser lavado incluso con la sangre. Este honor no era sólo patrimonio de la nobleza, sino que también los villanos luchaban por mantenerlo intacto.
La religión, tema muy tratado por los dramaturgos barrocos. Se cuestionan tema teológicos, siendo el más frecuente el de la Eucaristía, que dio origen a los Autos Sacramentales. Son obras de un solo acto en verso, con personajes alegóricos como el vicio, la mentira, el pecado...
La tradición nacional es otro de los temas llevados a escena: canciones populares que sirven de inspiración para crear comedias; temas de historia de España, de nuestra tradición nacional, así como una gran variedad de asuntos caballerescos, pastoriles y mitológicos.
El amor, que es un motivo fundamental en la acción dramática: los conflictos amorosos dan lugar al enredo, al equívoco y a los celos, situaciones que se resuelven casi siempre con un final feliz.
Personajes
En las obras dramáticas del Barroco se repiten con más frecuencia tres tipos de personajes:
• El galán, hombre apuesto y valeroso, portador de valores nobles como la valentía, hidalguía, audacia...
• La dama, de singular belleza, noble y con altos sentimientos amorosos.
• El gracioso, criado del galán, consejero de su amo y amante del buen comer.


SIGLO XVIII
LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVIII NEOCLASICISMO
El siglo XVIII es en toda Europa el siglo de la Ilustración. Este movimiento nacido en Francia tenía como fin primordial divulgar el saber, fomentando el espíritu crítico y el culto a la razón. Los autores ilustrados pretenden desterrar los prejuicios nacidos de la superstición y de la ignorancia, potenciando el racionalismo como única forma de caminar hacia el progreso en todos los órdenes de la vida. La luz será la metáfora de esta razón, que ilumina el saber y alumbra la senda del progreso. Por ello se le denomina Siglo de las Luces o Ilustración.
Las características principales de la literatura dieciochesca son las siguientes:
 Utilitarismo: Predominio de la razón sobre el sentimiento o la imaginación. Se abandona la idea del arte por el arte: la literatura debe buscar la verdad, no la belleza.
 Finalidad didáctica: se vuelve al principio clásico de “enseñar deleitando”. La literatura debe educar y ayudar a dar formación al pueblo.
 Se estudia a los clásicos para determinar las reglas de los géneros literarios.
 El artista debe buscar la claridad, la sencillez y el buen gusto.

AUTORES Y OBRAS MÁS DESTACADOS de la literatura española :
Poesia: Samaniego , Meléndez Valdés , Tomás de Iriarte.
Prosa (Ensayo): Benito Jerónimo Feijoo, Jovellanos, Cadalso.
Teatro: Leandro Fernández de Moratín



SIGLO XIX
LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XIX. ROMANTICISMO.
El ROMANTICISMO no es sólo un estilo artístico, sino un cambio en la concepción del hombre, del mundo y del arte que nace en la burguesía de finales del XVIII. Es fruto de las grandes convulsiones que se produjeron a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Como movimiento artístico apareció a finales del XVIII en Alemania e Inglaterra y en el siglo XIX se difundió por Francia, Italia y España.
En España, su triunfo coincide con la muerte de Fernando VII y el reinado de Isabel II (1833-1868) que permite el regreso de los liberales españoles que se habían exiliado. Llega a su plenitud en torno a 1835 (estreno de “D. Álvaro o la fuerza del sino” del duque de Rivas).
Sus principales características son:
1) Subjetivismo y exaltación del “yo”. Frente a la realidad racional de los ilustrados, hay preferencia por TEMAS FANTÁSTICOS y hechos misteriosos. El artista se muestra a sí mismo en sus obras, exhibe sus sentimientos –el amor es un tema frecuente- y tiene una visión subjetiva del mundo. El subjetivismo se manifiesta en la preferencia por una naturaleza acorde con sus sentimientos, una naturaleza salvaje, misteriosa y agreste: bosques umbríos, mares embravecidos, tempestades, acantilados, la noche. Entre los paisajes urbanos predominan el cementerio, las ruinas, los castillos. También son frecuentes los ambientes primaverales u otoñales, que se identifican con la melancolía del poeta.
2) Libertad. El individualismo romántico no admite ningún tipo de trabas y reclama una libertad absoluta en todos los ámbitos: político(exaltación de lo nacional y de lo característico de cada país), moral, afectivo y artístico.
3) Dolor existencial. El espíritu idealista del romántico choca con la realidad mediocre y rutinaria y reacciona mediante la rebeldía (crítica de la sociedad), la angustia o la evasión (en el pasado idealizado de la Edad Media, en las leyendas y en los países lejanos y exóticos, en el mundo de la infancia, en los sueños y en la fantasía).
4) Valoración del genio o talento por encima del trabajo y de la inteligencia (el artista se convierte en ser casi divino). La sensibilidad, la imaginación y las pasiones sustituirán a la razón del siglo XVIII
LARRA
Mariano José de Larra destaca sobre todo por sus Ártículos periodísticos (políticos, literarios y de costumbres), algunos de los cuales son verdaderos cuadros de costumbres, aunque fuertemente satíricos. Ataca el absolutismo y el carlismo; se burla de la sociedad, que le parecía ignorante. Firmaba con el seudónimo de FÍGARO.
ESPRONCEDA
José de Espronceda escribió numerosos poemas en los que canta a personajes rebeldes o marginales: Canción del pirata, El mendigo, El verdugo..
Sus obras más ambiciosas son “El estudiante de Salamanca” y “El diablo mundo”. “El estudiante de Salamanca” es un gran poema narrativo.; el protagonista es don Félix de Montemar, cuya amada, Elvira, abandonada por él, muere de pena.
El diablo mundo” quedó sin terminar. Pretendía ser una especie de epopeya de la vida humana. Su protagonista, Adán, se enfrenta con la realidad, con las deformidades del mundo, y descubre la gran injusticia de la muerte. Pero lo mejor de la obra es un poema inserto en ella, el “Canto a Teresa”, verdadera elegía a la muerte de su amada Teresa Mancha.
BÉCQUER
Gustavo Adolfo Bécquer escribió obras en prosa y poesía. En prosa destacan: “Leyendas” (veintiocho relatos en donde destacan lo misterioso, lo sobrenatural, el amor imposible) y “Cartas desde mi celda” (crónicas escritas durante una estancia de reposos en el monasterio de Veruela).
Pero su obra más conocida son las “RIMAS”. Ochenta y seis poemas que pueden agruparse en cuatro series:
a) Rimas sobre la poesía misma.
b) Poemas de amor ilusionado o dichoso.
c) Poemas de amor frustrado .
d) Poemas sobre el dolor de vivir, la soledad, la angustia, al muerte...
ROSALÍA DE CASTRO
Rosalía de Castro escribe en gallego “Cantares gallegos” y “Follas novas” ; y en castellano, “En las orillas del Sar”
TEATRO ROMÁNTICO
Los románticos rechazaron las normas teatrales del neoclasicismo:

a) combina lo trágico con lo cómico;
b)las obras variaban entre tres y cinco actos o jornadas;
c) es habitual la polimetría, con gran variedad métrica;
  1. se rompe con la ley de las tres unidades (unidad de acción, espacio y tiempo).
Los TEMAS esenciales del teatro romántico son el amor y la fatalidad, que atrapa a los personajes e impide que escapen a su destino.
El género por excelencia del teatro romántico es el drama histórico.
Los autores principales son José Zorrilla (“Don Juan Tenorio”) y el Duque de Rivas (“Don Álvaro o la fuerza del sino”)


TEATRO DE LOS SIGLOS DE ORO. EL CORRAL DE COMEDIAS.




https://elpais.com/elpais/2003/11/19/media/1069212481_720215.html

miércoles, 9 de mayo de 2018

Comentario literario. Garcilaso. Poema XXIII

Soneto XXIII


En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;
y en tanto que el cabello, que en la vena 5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
cubra de nieve la hermosa cumbre;
marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.



a) El soneto XXIII pertenece a la breve obra de Garcilaso de la Vega (1501?-1536), soldado poeta que se constituyó en modelo de la dedicación a la guerra y las artes. Garcilaso sirvió a las órdenes del Emperador Carlos I, en una de cuyas misiones murió a edad temprana. Su trayectoria poética tiene dos momentos centrales: la implantación del estilo renacentista de influencia italiana, gracias a los consejos de su amigo Juan Boscán, y el enamoramiento de Isabel Freyre, dama portuguesa a la que conoció fugazmente en unas bodas en 1526, quien le sirvió de fuente de inspiración para gran parte de sus poemas, como había sucedido con su autor modelo, Francesco Petrarca.
b) El tema principal del soneto XXIII es el consejo que el autor proporciona a su amada de que se entregue al amor durante su juventud. Este tema recoge los tópicos de Carpe diem y Colligo virgo rosas (aprovecha y disfruta el momento) y el tempus fugit (el tiempo pasa).
c) El poema es un soneto porque está formado por dos cuartetos y dos tercetos, de rima consonante estructurada en ABBA, ABBA, CDC, CDC. Está dividido en dos partes: en la primera (los dos cuartetos), el autor describe algunos rasgos físicos de su amada: los colores pálido y sonrojado –por sus sentimientos- de su rostro; su ardiente y clara mirada, su cabello dorado que vuela al viento y su cuello también blanco y recto. En la segunda, formada por los dos tercetos, le aconseja gozar de esa belleza antes de que el paso del tiempo la marchite.
d) La expresión del poema XXIII contiene varias metáforas: en el v. 1-2 “rosa y azucena” simbolizan los colores faciales de la amada; en el v. 4 “la tempestad serena” representa la intensidad de su mirada; en el v. 5, “que en la vena del oro se escogió” ensalza lo dorado del cabello; asimismo, en el v. 11, “cubra de nieve la hermosa cumbre” se refiere al invierno de la vida que algún día llegará; también, “el viento helado” en el v. 12 simboliza el tiempo implacale. Garcilaso utiliza también varios hipérbaton: en el v. 4, “con clara luz la tempestad serena” y en los vv. 12-13, donde el sujeto y el verbo se muestran invertidos. Además, hay varios epítetos en los vv. 4 (“clara”) y 9 (“alegre”). Asimismo, existen un paralelismo y anáfora en los vv. 1 y 4, que se inician de la misma manera.
e) El poema contiene la mentalidad y la expresión artística de la época renacentista porque ofrece una visión optimista del amor, en contraposición a la mentalidad medieval que buscaba sobre todo el adoctrinamiento contra el pecado. Los tópicos renacentistas citados en el segundo párrafo de este comentario complementan la afirmación anterior sobre el deleite amoroso que busca el poeta. La descripción de la dama, que posee una belleza ideal, es también otro de los rasgos del arte renacentista.

COMENTARIO LITERARIO. 17/18. EGLOGA I DE GARCILASO DE LA VEGA


 SALICIO
 
¡Oh más dura que mármol a mis quejas,
y al encendido fuego en que me quemo
más helada que nieve, Galatea!
Estoy muriendo, y aún la vida temo;
témola con razón, pues tú me dejas;
que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza he que me vea
ninguno en tal estado,
de ti desamparado,
y de mí mismo yo me avergüenzo agora.
¿De un alma te desdeñas ser señora,
donde siempre moraste, no pudiendo
della salir una hora?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.
(…)
Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba:
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
¡Ay, cuánto me engañaba!
¡Ay, cuán diferente era
y cuán de otra manera
lo que en tu falso pecho se escondía!
Bien claro con su voz me lo decía
la siniestra corneja, repitiendo
la desventura mía.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

COMENTARIO BREVE


Este texto es un fragmento del monólogo de Salicio perteneciente a la Égloga I, escrita por Garcilaso de la Vega.
Pertenece al periodo del Renacimiento, por lo tanto, fue escrita en el siglo XVI.

Se corresponde con el género lírico, concretamente con el subgénero de la égloga, composición en la que unos pastores idealizados exponen sus quejas amorosas en un ambiente caracterizado como un Locus amoenus (“lugar ameno”, lleno de paz, flores, frescas arboledas, ríos, animales…).

El tema principal del poema es el dolor causado por el rechazo de la amada, Galatea, es decir, el tópico Reprobatio Amoris (“reprobación al amor”). Como tema secundario se observa el Locus amoenus, en el que los pastores exponen sus quejas.

La función del lenguaje predominante es la poética, ya que se trata de un texto literario, y el autor busca la belleza y la originalidad. Otras funciones del lenguaje presentes en esta composición son la expresiva, dado que el yo poético expresa sus sentimientos ante el estado de desengaño amoroso, y la apelativa, se intenta llamar la atención del receptor (lector) mediante oraciones exhortativas.

Está escrito en estancias.
Su esquema métrico es el siguiente:

11A, 11B, 11C, 12B, 11A, 11C, 7C, 7D, 7D, 12E, 11E, 11F, 7E, 11F / 11A, 11B, 11C, 10B, 11A, 11C, 7C, 7D, 7D, 11E, 11E, 11F, 7E, 11F.

 Como se observa predominan los versos endecasílabos y heptasílabos, aunque presenta ciertas anomalías, como versos dodecasílabos o decasílabos. En cuanto a la rima, los versos tienen rima consonante, la cual se desarrolla de la misma manera en las dos partes del poema. Los versos endecasílabos son de arte mayor, y los heptasílabos, de arte menor. El yo poético no es el autor, sino Salicio, el cual realiza un monólogo.

En el plano morfosintáctico predominan las oraciones enunciativas, aunque presenta también interrogaciones, exclamaciones y oraciones exhortativas.

Respecto al tipo de palabras, abundan, en la primera parte, los verbos, mayoritariamente de estado (vivir, morir, ser…), y, en la segunda parte, los adjetivos.

En el plano léxico-semántico, en la primera parte, el autor utiliza palabras con connotación negativa, en la mayoría de los casos; mientras que, en la segunda parte, se produce una degradación, se compara la felicidad del pasado (términos con connotación positiva) con el dolor del presente (palabras con connotación negativa).

Los recursos literarios presentes en el texto son la hipérbole (“Oh más dura que mármol a mis quejas”), paradoja (“y al encendido fuego en que me quemo más helada que nieve”), hipérbaton (“vergüenza he que me vea ninguno en tal estado”), interrogación retórica (“¿De un alma te desdeñas ser señora, donde siempre moraste, no pudiendo de ella salir una hora?”), personificación (“Salid, sin duelo, lágrimas corriendo”), epíteto (“verde hierba”), anáfora (“¡Ay, cuánto me engañaba! / ¡Ay, cuan diferente era…!” o “Por ti el silencio… / por ti la esquividad…”), repetición para acabar cada acto (“Salid, sin duelo, lágrimas corriendo”), encabalgamiento (“Vergüenza he que me vea / ninguno en tal estado”), enumeración (“la verde hierba, el fresco viento, el blanco lirio y colorada rosa”).
El autor emplea las oraciones enunciativas para expresar una realidad, en este caso ficticia; las interrogativas, para llamar la atención del receptor (lector) y para manifestar su duda; las exhortativas, también para llamar la intención del receptor; y las exclamativas, para resaltar sus sentimientos. Los adjetivos se emplean para describir y caracterizar el paisaje como un Locus amoenus, y para expresar el cambio entre el pasado y el futuro.

Es un texto típicamente renacentista, ya que se perciben influencias clásicas, que tienen como resultado motivos y temas utilizados en la época, así como el tipo de composición empleado.

 La égloga es un subgénero de tradición clásica muy utilizado en la época. La estancia es un tipo de composición típico del siglo XVI. En este monólogo de Salicio se observan temas como el amor, el motivo por excelencia de la poesía garcilasista, y la naturaleza descrita como un entorno idealizado. El empleo de epítetos es otro ejemplo de que este poema pertenece al Renacimiento.