"La educación adoptó muchas formas en el pasado y llegó a ser capaz de adaptarse a circunstancias cambiantes, estableciendo nuevos objetivos y diseñando nuevas estrategias. Pero, repito, el presente cambio no es como los cambios del pasado. En ningún punto de inflexión de la historia humana los educadores se han enfrentado a un desafío estrictamente comparable con el que plantea el momento actual. Sencillamente, nunca hemos estado en una situación similar. Aún no hemos aprendido el arte de vivir en un mundo sobresaturado de información. Ni tampoco el arte inconcebiblemente difícil, de preparar a los seres humanos para esa vida."

BAUMAN, Zigmunt, 44 cartas desde el mundo líquido, Ed. Paidos, México, 2011, p.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Comunicación no verbal: Textos I



Textos. COMUNICACIÓN NO VERBAL

Diseño polémico Zara retira un bolso con esvásticas bordadas

Beatriz Pallas
21/9/2007

Una clienta británica que devolvió el bolso que acababa de comprar al descubrir que llevaba esvásticas bordadas ha hecho que la cadena Zara retirara el complemento de todas sus tiendas. Portavoces de la firma, filial de Inditex, se negaron ayer a hacer cualquier comentario sobre esta medida más allá de matizar que se trataba de «un bolso», no de toda una colección, y que ya «han sido retirados todos» del mercado.
Fuentes de la empresa rechazaron comentar a qué países, aparte del Reino Unido, habían llegado los polémicos bolsos, de los que sólo ha quedado constancia en el mercado británico por las protestas de los clientes. A la prensa inglesa sí le aclaró Inditex que los bolsos habían sido fabricados por un proveedor externo en la India y que el símbolo nazi no aparecía en el diseño original que ellos habían aprobado. También han pedido disculpas en los medios británicos a las personas que hayan podido sentirse ofendidas.
La primera clienta inglesa que devolvió el bolso, Rachael Hatton, declaró a la BBC que las dependientas de la tienda se mostraron «muy sorprendidas» cuando ella les hizo notar el símbolo que estaba bordado en hilo verde. Otra clienta, Guia Cleps, una judía de 20 años, aseguró al diario Metro que estaba «totalmente indignada».
El bolso, de gran tamaño y confeccionado en tela, lleva bordados en hilos de colores que representan flores, bicicletas, animales y una esvástica en cada esquina. Su valor en el mercado británico rondaba los 55 euros.
Además de ser el símbolo utilizado por los nazis alemanes, responsables de la muerte de millones de judíos, la esvástica no tiene ninguna connotación política en religiones como la hindú y la budista, para las cuales posee el significado de «buena suerte». La cruz gamada ha sido utilizada como símbolo desde la antigüedad, según algunos testimonios desde el siglo V antes de Cristo. Pero su adopción como emblema por parte del nazismo, a principios del siglo XX, hace que su uso en Occidente se asocie principalmente con el movimiento liderado por Adolf Hitler.
Zara retira un bolso con esvásticas bordadas 


El poder de la gestualidad

Sebastià Serrano
Catedrático de Lingüística de la Universitat de Barcelona
Cada cultura tiene su sabiduría gestual, y no verbal en general, y estos signos constituyen una parte del esqueleto que nos permite andar cómodamente por la vida social. Duermen en medio de la pareja, se sientan a la mesa de casa, en la silla del despacho o de clase o al lado de la cama del paciente; son unos muy buenos indicadores del estado de una relación, tanto para iniciarla como para mantenerla, y, con certeza, alguna cosa habrán tenido que ver con la ruptura, cuando esta se produce.

Cuando viajamos por el mundo, a menudo podemos constatar como algunos de estos gestos familiares desaparecen y otros, quizás extraños para nosotros, ocupan su lugar. Incluso es fácil cometer errores ya que lo que es políticamente correcto en una zona del mundo puede ser obsceno en otra, y lo que es un signo de amistad aquí puede ser hostil allí. Hay gestos que no sufren esta variación local, parecen universales y nos hacen sentir como en casa dondequiera que vayamos.

Una sonrisa es una sonrisa en el mundo entero, como lo es un ligero levantamiento de cejas. Con todo, también pueden variar el estilo o la intensidad de la manifestación según el contexto. Todos reímos, pero en ciertas situaciones una fuerte risa puede considerarse muy ruda. Vale la pena conocer el sistema de reglas que gobierna la producción de las expresiones gestuales y no verbales en general. Su gramática. Esa gramática silenciosa que es la base de nuestra inteligencia emocional y social.

La competencia no verbal es una herramienta estratégica de primer orden de nuestra actividad comunicativa. Nos informa sobre el estado de las emociones, el estado general del cuerpo y sobre nuestras actitudes, y hay que decir que sería muy difícil hacer llegar este tipo de información a través del lenguaje verbal. Me encanta afirmar que el gran espectáculo de las emociones tiene el cuerpo como escenario. Y no resulta muy difícil adivinar que el escenario más atractivo dentro de los distintos paisajes corporales, gestuales, dibujados por las emociones es el paisaje facial, el de las caras. Por eso sentimos esa gran fascinación por las caras.

Con los rostros, y con todo el cuerpo, también informamos de nuestras actitudes. Comunica bien aquella persona capaz de generar actitudes positivas en los demás, la persona empática. Esta empatía es un arte no verbal que nos permite movernos bien por estos maravillosos escenarios de la interacción ubicados en el umbral de la conciencia. La persona empática, por encima de todo, sabe escuchar bien, y esto significa escuchar con los oídos, con los ojos, la cara y el cuerpo entero. Por eso decimos que es un arte no verbal y una de las herramientas estratégicas de más valor que puede tener una persona para moverse bien en los delicados espacios de la interacción social.

Para presentarnos, nuestra identidad, el estado de ánimo, los deseos, las emociones, la motivación o el estado de nuestra relación mediante la actitud, usamos los signos no verbales ya que son más globales, más sutiles, más fáciles de presentar mediante un flash y también menos comprometidos que la palabra. Una buena competencia comunicativa exige la capacidad de armonizar lo verbal y lo no verbal de la comunicación.

Especialmente interesante es el caso en que el discurso verbal y el no verbal se contradicen. Es uno de los nudos estrella de la comunicación: el engaño, la mentira, el disimulo. Afecta tanto al padre como a la madre, al hijo como a la hija, a la mujer celosa como al marido lleno de interrogantes, al agente de aduanas como al detective, al espía como al policía, al médico como al paciente. Nuestra pregunta es siempre la misma, y esto desde la originaria sabana africana: ¿puedo fiarme de este?, ¿puedo confiar en ella? ¡Es tan fácil engañar con el lenguaje! A pesar de su capacidad ilimitada, nuestro programa lingüístico no dispone de un filtro de verdad,lo que hace ilimitado el poder del engaño y de la manipulación. En este sentido, y en el dominio de la interacción, el gesto y los signos no verbales son unos instrumentos eficaces para descubrir, de manera intuitiva, el grado de engaño, detectado a través de los estados emocionales correlacionados con el discurso verbal.

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Su origen y su razón de ser

Mercè Puig
Seguro que muchos de nosotros usamos gestos cuya razón de ser ignoramos. Al intentar encontrar su sentido debemos remontarnos a su origen, y este, como sucede con nuestra lengua, lo encontramos, a menudo, en la antigüedad romana. Los romanos, al mismo tiempo que nos transmitían su lengua, el latín, nos traspasaban toda una serie de elementos no verbales. Ciertamente muchos de los gestos vigentes en la actualidad eran usados ya por los romanos: gestos de burla, como sacar la lengua o apoyar los pulgares en la sien y mover los dedos restantes imitando las orejas del asno; gestos de insulto, como levantar el dedo corazón manteniendo los otros dedos cerrados en un puño, o gestos para dar órdenes, como chasquear los dedos o llevar a los labios el dedo índice para pedir silencio. Evidentemente, también los gestos van modificando su forma de realización y su significado a lo largo de su historia. Así el llamado beso a distancia - juntar los dedos de la mano y llevarlos hacia los labios, apartando, a continuación, la mano de la boca y separando los dedos-era en su origen un gesto religioso asociado al ritual de la adoración a los dioses o ídolos. Este gesto ya en Roma se empezó a usar como expresión de admiración en general, y este es el significado que hoy tiene entre nosotros.

El estudio de la gestualidad en la Roma antigua puede ayudarnos a comprender formas actuales de comunicación no verbal cuya razón de ser se ha perdido en el tiempo. Un ejemplo: durante su visita a España en mayo del 2003, el Papa Juan Pablo II concedió audiencia a los reyes de España y al entonces presidente del Gobierno y su esposa. La postura que adoptaron unos y otros al sentarse difería notablemente. Mientras los reyes estaban sentados con las piernas en paralelo, José M. ª Aznar y Ana Botella se sentaron con las piernas cruzadas. Muchos periodistas criticaron la postura de estos por ser irrespetuosa e impropia aun cuando, seguramente, no sabían por qué se considera así.

La razón de esta convención la encontramos en los autores latinos. Explica Plinio el Viejo (Historia natural 28, 59) que en Roma cruzar las piernas era considerado un gesto mágico con poder maléfico y por ello se prohibió en las reuniones de generales o de magistrados porque, con esta postura, se impedía o dificultaba la toma de decisiones. Lo mismo ocurría durante los sacrificios y las plegarias públicas. En el Occidente actual, fruto de la prohibición romana, las normas de etiqueta desaconsejan esta postura, considerada muy irrespetuosa. 

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¿Qué lleva Isabel II en su bolso?

Un libro desvela que lo usa para comunicarse con sus colaboradores de manera cifrada

Toda mujer guarda en su bolso un pequeño mundo. Su contenido es a menudo objeto de la curiosidad de los hombres. La cuestión se convierte casi en un secreto de alto Estado cuando su propietaria es toda una reina.
¿Qué lleva Isabel II en su bolso? La pregunta se la hacen Phil Dampier y Ashley Walton. Y la respuesta está en un libro, que saldrá a la venta el 15 de octubre y del que ya se ha adelantado parte de su contenido.
Lo primero que hay que señalar es lo que no hay nunca en los 200 bolsos fabricados por la casa londinense Laumier que desde siempre acompañan a la reina. Su majestad no necesita llevar dinero, cheques, tarjeta de crédito, llaves y tampoco pasaporte porque no tiene.
Sin embargo, no está vacío. Según revela el libro, nunca falta un gancho metálico en forma de S que ella misma ajusta a las mesas para colgarlo y no apoyarlo en el suelo. En su interior siempre hay caramelos y chocolates y los crucigramas que sus colaboradores le recortan cada día de los periódicos. No faltan tampoco fotos de familia (en particular una del príncipe Andrés de vuelta de las islas Malvinas), y un espejo que Felipe de Edimburgo le regaló con motivo de su matrimonio. A veces, lleva además una cámara ya que a Isabel II le gusta hacer fotos.
Mas allá de esta información, el libro también describe el uso que la reina da a su bolso. Al parecer, Isabel II se comunica con sus colaboradores con un lenguaje cifrado, cuyos mensajes dependen de la posición del bolso sobre una mesa. Así, por ejemplo, si el bolso aparece apoyado en la mesa, indica que la cena debe terminar dentro de pocos minutos; mientras que si está apoyado en el suelo, indica una conversación poco interesante y pide la intervención de su dama de compañía, que llegará para socorrerla en pocos segundos.

La reina Isabel y Felipe de Edimburgo. / EPA

ojd

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