Textos. COMUNICACIÓN NO VERBAL
Diseño polémico Zara retira un bolso con esvásticas bordadas
- Beatriz Pallas
- 21/9/2007
Una clienta británica que devolvió el bolso que
acababa de comprar al descubrir que llevaba esvásticas bordadas ha hecho
que la cadena Zara retirara el complemento de todas sus tiendas.
Portavoces de la firma, filial de Inditex, se negaron ayer a hacer
cualquier comentario sobre esta medida más allá de matizar que se
trataba de «un bolso», no de toda una colección, y que ya «han sido
retirados todos» del mercado.
Fuentes de la empresa rechazaron comentar a qué
países, aparte del Reino Unido, habían llegado los polémicos bolsos, de
los que sólo ha quedado constancia en el mercado británico por las
protestas de los clientes. A la prensa inglesa sí le aclaró Inditex que
los bolsos habían sido fabricados por un proveedor externo en la India y
que el símbolo nazi no aparecía en el diseño original que ellos habían
aprobado. También han pedido disculpas en los medios británicos a las
personas que hayan podido sentirse ofendidas.
La primera clienta inglesa que devolvió el bolso,
Rachael Hatton, declaró a la BBC que las dependientas de la tienda se
mostraron «muy sorprendidas» cuando ella les hizo notar el símbolo que
estaba bordado en hilo verde. Otra clienta, Guia Cleps, una judía de 20
años, aseguró al diario Metro que estaba «totalmente indignada».
El bolso, de gran tamaño y confeccionado en tela,
lleva bordados en hilos de colores que representan flores, bicicletas,
animales y una esvástica en cada esquina. Su valor en el mercado
británico rondaba los 55 euros.
Además de ser el símbolo utilizado por los nazis
alemanes, responsables de la muerte de millones de judíos, la esvástica
no tiene ninguna connotación política en religiones como la hindú y la
budista, para las cuales posee el significado de «buena suerte». La cruz
gamada ha sido utilizada como símbolo desde la antigüedad, según
algunos testimonios desde el siglo V antes de Cristo. Pero su adopción
como emblema por parte del nazismo, a principios del siglo XX, hace que
su uso en Occidente se asocie principalmente con el movimiento liderado
por Adolf Hitler.
El poder de la gestualidad
Sebastià Serrano
Catedrático de Lingüística de la Universitat de Barcelona
Cada cultura tiene su sabiduría gestual, y no verbal en
general, y estos signos constituyen una parte del esqueleto que nos
permite andar cómodamente por la vida social. Duermen en medio de la
pareja, se sientan a la mesa de casa, en la silla del despacho o de
clase o al lado de la cama del paciente; son unos muy buenos indicadores
del estado de una relación, tanto para iniciarla como para mantenerla,
y, con certeza, alguna cosa habrán tenido que ver con la ruptura, cuando
esta se produce.
Cuando viajamos por el mundo, a menudo podemos constatar como algunos de estos gestos familiares desaparecen y otros, quizás extraños para nosotros, ocupan su lugar. Incluso es fácil cometer errores ya que lo que es políticamente correcto en una zona del mundo puede ser obsceno en otra, y lo que es un signo de amistad aquí puede ser hostil allí. Hay gestos que no sufren esta variación local, parecen universales y nos hacen sentir como en casa dondequiera que vayamos.
Una sonrisa es una sonrisa en el mundo entero, como lo es un ligero levantamiento de cejas. Con todo, también pueden variar el estilo o la intensidad de la manifestación según el contexto. Todos reímos, pero en ciertas situaciones una fuerte risa puede considerarse muy ruda. Vale la pena conocer el sistema de reglas que gobierna la producción de las expresiones gestuales y no verbales en general. Su gramática. Esa gramática silenciosa que es la base de nuestra inteligencia emocional y social.
La competencia no verbal es una herramienta estratégica de primer orden de nuestra actividad comunicativa. Nos informa sobre el estado de las emociones, el estado general del cuerpo y sobre nuestras actitudes, y hay que decir que sería muy difícil hacer llegar este tipo de información a través del lenguaje verbal. Me encanta afirmar que el gran espectáculo de las emociones tiene el cuerpo como escenario. Y no resulta muy difícil adivinar que el escenario más atractivo dentro de los distintos paisajes corporales, gestuales, dibujados por las emociones es el paisaje facial, el de las caras. Por eso sentimos esa gran fascinación por las caras.
Con los rostros, y con todo el cuerpo, también informamos de nuestras actitudes. Comunica bien aquella persona capaz de generar actitudes positivas en los demás, la persona empática. Esta empatía es un arte no verbal que nos permite movernos bien por estos maravillosos escenarios de la interacción ubicados en el umbral de la conciencia. La persona empática, por encima de todo, sabe escuchar bien, y esto significa escuchar con los oídos, con los ojos, la cara y el cuerpo entero. Por eso decimos que es un arte no verbal y una de las herramientas estratégicas de más valor que puede tener una persona para moverse bien en los delicados espacios de la interacción social.
Para presentarnos, nuestra identidad, el estado de ánimo, los deseos, las emociones, la motivación o el estado de nuestra relación mediante la actitud, usamos los signos no verbales ya que son más globales, más sutiles, más fáciles de presentar mediante un flash y también menos comprometidos que la palabra. Una buena competencia comunicativa exige la capacidad de armonizar lo verbal y lo no verbal de la comunicación.
Especialmente interesante es el caso en que el discurso verbal y el no verbal se contradicen. Es uno de los nudos estrella de la comunicación: el engaño, la mentira, el disimulo. Afecta tanto al padre como a la madre, al hijo como a la hija, a la mujer celosa como al marido lleno de interrogantes, al agente de aduanas como al detective, al espía como al policía, al médico como al paciente. Nuestra pregunta es siempre la misma, y esto desde la originaria sabana africana: ¿puedo fiarme de este?, ¿puedo confiar en ella? ¡Es tan fácil engañar con el lenguaje! A pesar de su capacidad ilimitada, nuestro programa lingüístico no dispone de un filtro de verdad,lo que hace ilimitado el poder del engaño y de la manipulación. En este sentido, y en el dominio de la interacción, el gesto y los signos no verbales son unos instrumentos eficaces para descubrir, de manera intuitiva, el grado de engaño, detectado a través de los estados emocionales correlacionados con el discurso verbal.
Cuando viajamos por el mundo, a menudo podemos constatar como algunos de estos gestos familiares desaparecen y otros, quizás extraños para nosotros, ocupan su lugar. Incluso es fácil cometer errores ya que lo que es políticamente correcto en una zona del mundo puede ser obsceno en otra, y lo que es un signo de amistad aquí puede ser hostil allí. Hay gestos que no sufren esta variación local, parecen universales y nos hacen sentir como en casa dondequiera que vayamos.
Una sonrisa es una sonrisa en el mundo entero, como lo es un ligero levantamiento de cejas. Con todo, también pueden variar el estilo o la intensidad de la manifestación según el contexto. Todos reímos, pero en ciertas situaciones una fuerte risa puede considerarse muy ruda. Vale la pena conocer el sistema de reglas que gobierna la producción de las expresiones gestuales y no verbales en general. Su gramática. Esa gramática silenciosa que es la base de nuestra inteligencia emocional y social.
La competencia no verbal es una herramienta estratégica de primer orden de nuestra actividad comunicativa. Nos informa sobre el estado de las emociones, el estado general del cuerpo y sobre nuestras actitudes, y hay que decir que sería muy difícil hacer llegar este tipo de información a través del lenguaje verbal. Me encanta afirmar que el gran espectáculo de las emociones tiene el cuerpo como escenario. Y no resulta muy difícil adivinar que el escenario más atractivo dentro de los distintos paisajes corporales, gestuales, dibujados por las emociones es el paisaje facial, el de las caras. Por eso sentimos esa gran fascinación por las caras.
Con los rostros, y con todo el cuerpo, también informamos de nuestras actitudes. Comunica bien aquella persona capaz de generar actitudes positivas en los demás, la persona empática. Esta empatía es un arte no verbal que nos permite movernos bien por estos maravillosos escenarios de la interacción ubicados en el umbral de la conciencia. La persona empática, por encima de todo, sabe escuchar bien, y esto significa escuchar con los oídos, con los ojos, la cara y el cuerpo entero. Por eso decimos que es un arte no verbal y una de las herramientas estratégicas de más valor que puede tener una persona para moverse bien en los delicados espacios de la interacción social.
Para presentarnos, nuestra identidad, el estado de ánimo, los deseos, las emociones, la motivación o el estado de nuestra relación mediante la actitud, usamos los signos no verbales ya que son más globales, más sutiles, más fáciles de presentar mediante un flash y también menos comprometidos que la palabra. Una buena competencia comunicativa exige la capacidad de armonizar lo verbal y lo no verbal de la comunicación.
Especialmente interesante es el caso en que el discurso verbal y el no verbal se contradicen. Es uno de los nudos estrella de la comunicación: el engaño, la mentira, el disimulo. Afecta tanto al padre como a la madre, al hijo como a la hija, a la mujer celosa como al marido lleno de interrogantes, al agente de aduanas como al detective, al espía como al policía, al médico como al paciente. Nuestra pregunta es siempre la misma, y esto desde la originaria sabana africana: ¿puedo fiarme de este?, ¿puedo confiar en ella? ¡Es tan fácil engañar con el lenguaje! A pesar de su capacidad ilimitada, nuestro programa lingüístico no dispone de un filtro de verdad,lo que hace ilimitado el poder del engaño y de la manipulación. En este sentido, y en el dominio de la interacción, el gesto y los signos no verbales son unos instrumentos eficaces para descubrir, de manera intuitiva, el grado de engaño, detectado a través de los estados emocionales correlacionados con el discurso verbal.
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